He ido a ver Brüno, la última gamberrada de Sacha Baron Cohen.
Llega más lejos que Borat, pero es menos ingeniosa y para mi bastante más floja.
Se juega la integridad más que Steve Fossey el malogrado cazador de cocodrilos, al adentrarse en lugares realmente complicados, terroristas, e incluso países islámicos con ganas de provocar.
De todos modos, el trabajo de Sacha Baron Cohen es de premio de interpretación.
Mi gag favorito ha sido el del cuartel militar, aunque hay varios momentos memorables, y otros mucho también a olvidar. Me ha sorprendido lo que puede llegar a hacer un padre o una madre para que su hijo/a sea actor/actriz.
Mi puntuación 2 de 5.