Esta tarde, en el viaje de vuelta desde el sur de Francia, he tenido una breve charla con un amigo, que acostumbra a ver películas descargándolas de internet.
Le he preguntado por la última película que había visto recientemente, y me ha dado el título en su versión original, y le he comentado la costumbre que tienen en España de cambiar los títulos originales por otros que (al menos a los distribuidores), les suenan mejor.
Como ejemplo más clásico, le dije el título de una de mis películas favoritas de todos los tiempos, sino es la que más me gusta de todas: “North by northwest” que en España se tituló “Con la muerte en los talones”, y me preguntó de quién era esa película, a lo que contesté: Hitchcock, con cara contrariada me dijo: ¿Hancock? y yo respondí: no, Hancock no, Alfred Hitchcock, … a lo que me comentó que no le sonaba.
No sabía si reir o llorar, así que he optado por reir, y decirle que busque esta obra maestra de Hitchcock y me diga qué le parece. ¡Cómo sube esta juventud!